sábado, 19 de julio de 2008

Historia mundial del periodismo


Ya que hablamos del periodismo en Cuba…
*El de fuera: - ¿Y qué tal?
*El del patio: - Hombre... ¡no nos podemos quejar!
*La caricatura de Conrado Massaguer bajo el título de "Entre chicos", apareció en la revista "Carteles" de La Habana, correspondiente al 5 de julio de 1931, en plena dictadura de Gerardo Machado.

Dos periodistas conversan en la redacción de algún periódico habanero de la época. Uno de ellos, elegante y distendido, representa a un órgano de prensa extranjero. El otro, con la pluma sobre la oreja, señal de que se halla en plena faena, es el periodista cubano. Lo curioso es que este ostenta un brazo en cabestrillo, lo cual denota haber recibido una golpiza…

El "¡no nos podemos quejar!" con que el reportero cubano responde a la pregunta de su colega, tiene dos explicaciones: la primera, y más directa, significa que, aunque quebrantado por la golpiza a que fue sometido por los esbirros de Machado, no hay muchos motivos de queja, pues, al menos, salvó la vida. Lograrlo, durante el Machadato, era una suerte nada despreciable, cuando los asesinados por la dictadura aparecían cada mañana, en plena calle, tras haber sido salvajemente torturados y mutilados. El segundo significado de la frase es más profundo: bajo la férrea censura imperante estaba prohibido al periodismo abordar los males del país y del gobierno: nadie se podía quejar.

En el editorial de ese mismo número de la revista, Alfredo T. Quílez, su Director, era aún más explícito: "Entre seguir diciendo la verdad o decirla a medias, -afirmaba- la opción es poco grata: Lo primero no podemos hacerlo. Lo segundo, no lo queremos. "Carteles", por tanto, opta por el silencio…"

En nuestros días las críticas contra la prensa cubana revolucionaria que provienen de Miami, presentan un panorama idílico para el periodismo, antesde 1959. Curiosamente suelen olvidar momentos como este, que ni fueron aislados, ni raros en nuestra vida republicana. Ante tales críticas, fanáticas y tendenciosas, no queda otro remedio que emular con aquella "Carteles": ni quejarnos podemos, so peligro de que los "demócratas y libertarios" de la Florida nos dejen como al reportero de marras.

¡Qué fácil es hablar de las libertades que se violan y de los derechos que se conculcan! ¡Qué fácil es plegarse a las campañas contra Cuba, cuando el amo paga tan generosamente!

(Tomado de Colección Librínsula septiembre 2004 No. 35)

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